El ser humano comparte con el resto del reino animal la característica del juego como rasgo distintivo de los primeros años de existencia, siendo aquel una actividad placentera y reconfortante que, con el paso del tiempo, sólo los humanos podemos convertirla en una acción sistematizada, reglamentada y competitiva, que se transforma en lo que conocemos como deporte.
El deporte es una disciplina eminentemente humana que nos provee de bienestar físico y mental. Se ha comprobado a través de múltiples estudios que las funciones físicas mejoran y se mantienen con la realización rutinaria de ejercicio cuyo sustrato se basa en el equilibrio entre el gasto energético, que impone el esfuerzo al hacerlo, y el consumo energético proveniente de la dieta.