Hoy en día siguen presentándose diversas concepciones sobre la educación y el proceso de enseñanza-aprendizaje, las cuales pueden englobarse en un primer nivel de análisis en dos perspectivas filosóficas diferentes. Una de ellas se consolida a través de los trabajos del connotado pedagogo brasileño Paulo Freire, basados tanto en su experiencia docente como sociopolítica; la otra perspectiva filosófica se sustenta en la corriente positivista, la cual sigue prevaleciendo en todos los niveles de la enseñanza en los diversos países, con sus especificidades según el período histórico.
Desde la concepción pedagógica de Paulo Freire se busca superar lo que él llama educación bancaria, concepto que critica puesto que orienta el proceso educativo que se sustenta en la corriente positivista, en el que predomina la pasividad del educando y fortalece la autoridad del docente y, por tanto, las relaciones de poder en el aula.