¿Qué significado tiene para los profesores vincular docencia e investigación en su práctica educativa?, ¿representa una opción para enriquecer y, a la vez, facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje o es sólo una necesidad individual para satisfacer ciertas inquietudes profesionales e intelectuales?, ¿cuáles son las posibilidades y limitaciones que tiene el profesor tradicional para convertirse en un profesor-investigador?, ¿incorporar procesos de investigación en la práctica educativa beneficia a los alumnos y docentes?, ¿cambia el sentido de la docencia al enriquecerse con procesos de investigación que contribuyan a generar conocimientos por parte de profesores y alumnos?, ¿cómo repercute el vínculo docencia-investigación en la formación académica y en la práctica profesional?
Con estas interrogantes los autores abren la discusión en torno al vínculo docencia-investigación el cual constituye una demanda que actualmente se formula a los docentes desde el nivel básico hasta el universitario y que se vive como una exigencia institucional, pero también como una necesidad para mejorar la práctica educativa.