Hallarme cerca de algo o de alguien que evoque a Ernesto Che Guevara, prototipo del rebelde que lucha por un mundo mejor, siempre me emociona. Era uno de nuestros ídolos durante el movimiento estudiantil de 1968; por eso acepté en el acto la propuesta del director de la Editorial Plaza y Valdés, para que fuese el prologuista de una obra escrita por un revolucionario cubano, amigo del mítico guerrillero.
Me comprometí siempre y cuando el comandante Jorge Serguera Riverí («Papito»), autor de Los caminos del Che. Datos inéditos de su vida, estuviese de acuerdo y aprobara mi presentación.